Después de comer un poco y reponer energía nos fuimos a buscar a un pequeño duende que habita en el monte de Ollo llamado Aritz. Escuchamos con atención las preocupaciones de este diminuto ser que nos pedía ayuda para conservar su hábitat.
Y nos fuimos de paseo por el bosque para contemplar y experimentar la belleza de su hogar.
Escuchamos a los árboles:
Y disfrutamos de los sonidos de la naturaleza. ¡que silencio más agradable!
No hay comentarios:
Publicar un comentario